Han pasado poco más de 70 años desde que las mujeres mexicanas conquistaron el derecho al voto. Sin embargo, fue hasta 1955 cuando comenzaron a hacerse visibles en la vida política nacional. Y apenas seis años después, en 1961, se abrió una grieta en el muro de la historia jurídica del país cuando María Cristina Salmorán de Tamayo fue nombrada ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, integrándose a la entonces Cuarta Sala del Máximo Tribunal. El nombramiento de la ministra Salmorán ocurrió en un contexto sin paridad, sin igualdad sustantiva, sin acciones afirmativas. Pese a ello, o quizás por ello, su impecable trayectoria, su convicción por la justicia laboral y su compromiso con el servicio público la llevaron a romper techos de cristal aún más gruesos: fue la primera mujer en presidir la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje y, posteriormente, la primera en portar una toga dentro del Pleno de la Corte. Con su ingreso, inauguró un camino que, a pesar de los obstáculos, comentarios sexis
Mujeres en la Corte
Han pasado poco más de 70 años desde que las mujeres mexicanas conquistaron el derecho al voto. Sin embargo, fue hasta 1955 cuando comenzaron a hacerse visibles en la vida política nacional. Y apenas seis años después, en 1961, se abrió una grieta en el muro de la historia jurídica del país cuando María Cristina Salmorán de Tamayo fue nombrada ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, integrándose a la entonces Cuarta Sala del Máximo Tribunal. El nombramiento de la ministra Salmorán ocurrió en un contexto sin paridad, sin igualdad sustantiva, sin acciones afirmativas. Pese a ello, o quizás por ello, su impecable trayectoria, su convicción por la justicia laboral y su compromiso con el servicio público la llevaron a romper techos de cristal aún más gruesos: fue la primera mujer en presidir la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje y, posteriormente, la primera en portar una toga dentro del Pleno de la Corte. Con su ingreso, inauguró un camino que, a pesar de los obstáculos, comentarios sexis