Narcohuachicol: negocio redondo

La presión arancelaria de Estados Unidos ha obligado al gobierno mexicano a actuar contra el llamado “huachicol fiscal”. En semanas recientes, se han decomisado volúmenes históricos de combustible de procedencia ilegal. En Ensenada, Baja California, fueron asegurados 7.9 millones de litros en un predio propiedad de un exsenador morenista. En Altamira, Tamaulipas, se incautaron 10 millones de litros de diésel a bordo de un buque tanque perteneciente a una empresa en la que uno de los principales accionistas es también alto funcionario de la aduana de Tampico. Esto no son hechos aislados. Es un sistema. Un entramado donde convergen dinero ilícito, control político, instituciones capturadas y una narrativa oficial diseñada para distraer mientras se protege a los aliados del régimen. La reciente alerta del Departamento del Tesoro de Estados Unidos lo confirma sin rodeos: el huachicol ya no es solo una operación marginal de evasión fiscal, de pipas robadas o tomas clandestinas. Es una red transnacional, altamente