Ndavaa lleva el calzado de Oaxaca a los pies del mundo

Las huellas de la familia García alcanzaron hasta Israel, donde el calzado del colectivo Ndavaa llegó para satisfacer a cientos de clientes que reconocen la calidad y originalidad de los productos oaxaqueños. Aunque nació hace 13 años y desde entonces se ha convertido en una fuente de empleo para decenas de familias, el origen de este colectivo —conformado principalmente por mujeres— se remonta a más de 35 años atrás, cuando Clara García y su esposo Germán, empezaron a elaborar sandalias. Ndavaa, en zapoteco del Valle, significa “mi sandalia”. Los García obtenían aproximadamente 50 a 60 toneladas anuales de materia prima para curtir, que se surtía en los municipios que circundan la ciudad; no obstante, la aparición y el uso del vinil propició el cierre de curtidurías y con ello, el colapso de la fuente de trabajo de la familia. Después de su último pedido, la pareja se quedó con unas 40 toneladas de productos. Entonces decidieron comenzar a curtir piel y se convirtieron en la única familia del pueblo que elab