Negociar o morir, el dilema en EE. UU.

Ganaron, pero perdieron. Esta frase resume una evaluación rápida y concisa del papel republicano en las pasadas elecciones de medio mandato. “Esa anunciada marea roja que iba a ahogar a los demócratas nunca llegó”, comenta a EL UNIVERSAL el analista Hernán Molina. “Recuperaron la [Cámara] legislativa, pero perdieron muchos espacios y gubernaturas que pudieron haber ganado”, añade. Para varios analistas, el apretado triunfo republicano responde a que el gobierno lo preside un demócrata y casi podría decirse que es natural. “La clave, creo yo, fue en los candidatos trumpistas”. De los aproximadamente 330 candidatos que Donald Trump respaldó, al menos 120 perdieron en distintos niveles de gobierno, según cifras del propio Partido Republicano. La Cámara Baja, con apretada mayoría republicana, va a detener o a cuestionar lo que los demócratas estaban impulsando y va a llevar a cabo su propia agenda legislativa, más enfocada en investigar al hijo menor de Joe Biden, Hunter Biden, para averiguar si ha habido tráfico