Nexos

Por quinta vez en seis años un mexicano lleva el premio al mejor director en la ceremonia de los Oscares. No hay duda de que la película “Roma” merecía un gran reconocimiento, por su dirección, cinematografía, guion y actuación. Es un esfuerzo original, sensible en su humanidad y a la vez lacerante por los temas que pone en la mesa del debate, una obra que marca el regreso de Cuarón a temas mexicanos y al español sin perder su impacto y audiencia a nivel global. Pero ese galardón —y los otros que han recibido varios directores, actrices y actores, guionistas y otros cineastas Mexicanos en los últimos años en Estados Unidos— también muestra la interconexión entre estos dos países en cuanto a la creación artística. El talento mexicano y la industria de Hollywood están profundamente interrelacionados. El talento mexicano se mueve al norte y al sur de la frontera con facilidad, como lo hace Cuarón, beneficiándose de las ventajas comparativas de los estudios y financiamiento de Hollywood sin perder la inspiración