En un pujante negocio, Nicaragua se transformó en una base aérea para recibir una gran cantidad de vuelos de Europa y América Latina y el Caribe con numerosos migrantes irregulares cubanos, haitianos, africanos y asiáticos que logran esquivar el paso por el Tapón del Darién y usan a Managua como punto de origen de su travesía terrestre a México y Estados Unidos. Los cubanos deben pagar unos tres mil dólares por el boleto aéreo de ida y vuelta de Cuba a Nicaragua, pero a sabiendas de que jamás utilizarán el tramo de regreso porque, ya en Managua, emprenden de inmediato el viaje por tierra a Honduras y Guatemala, en el intento de proseguir a México y EE. UU. Con un costo de 2 mil 400 dólares por persona para viajar en avión de Puerto Príncipe a Managua, de 16 a 23 vuelos al día llegaron a salir en esa ruta entre ambas capitales en una cadena controlada por operadores turísticos haitianos, según fuentes de Haití. El Gobierno de Haití los canceló el 30 de octubre pasado. El fenómeno que colocó a Nicaragua como es
Nicaragua se suma al negocio de la migración
En un pujante negocio, Nicaragua se transformó en una base aérea para recibir una gran cantidad de vuelos de Europa y América Latina y el Caribe con numerosos migrantes irregulares cubanos, haitianos, africanos y asiáticos que logran esquivar el paso por el Tapón del Darién y usan a Managua como punto de origen de su travesía terrestre a México y Estados Unidos. Los cubanos deben pagar unos tres mil dólares por el boleto aéreo de ida y vuelta de Cuba a Nicaragua, pero a sabiendas de que jamás utilizarán el tramo de regreso porque, ya en Managua, emprenden de inmediato el viaje por tierra a Honduras y Guatemala, en el intento de proseguir a México y EE. UU. Con un costo de 2 mil 400 dólares por persona para viajar en avión de Puerto Príncipe a Managua, de 16 a 23 vuelos al día llegaron a salir en esa ruta entre ambas capitales en una cadena controlada por operadores turísticos haitianos, según fuentes de Haití. El Gobierno de Haití los canceló el 30 de octubre pasado. El fenómeno que colocó a Nicaragua como es