Odio, paz y violencia

La paz no se limita a la ausencia de violencia, como hemos explicado en este espacio. A su vez, la violencia no se limita a la violencia directa o a las agresiones físicas. Comprender la construcción de paz desde su raíz, por ende, supone aproximarse a ella desde múltiples niveles, como, por ejemplo, la serie de factores o componentes activos que la conforman o le constituyen, algo que el Instituto para la Economía y la Paz denomina “las actitudes, instituciones y estructuras que crean y sostienen a las sociedades pacíficas”. De igual manera, comprender la violencia desde el fondo, supone valorar sus distintas manifestaciones. Entre otros instrumentos existentes, la pirámide del odio desarrollada por la Liga Antidifamación (ADL) en los Estados Unidos, es una herramienta útil que nos permite incursionar en algunos de los rasgos de la violencia a que me refiero. La pirámide del odio inicia con comportamientos prejuiciosos que van escalando en complejidad desde abajo hacia arriba. La parte inferior de la pirámid