¿Para qué deberían servir las elecciones?

Después de la jornada electoral del pasado 4 de junio y las campañas de lástima, sólo se puede concluir una cosa: la política mexicana está en una de sus crisis más graves. Quizá incluso algo peor: la política está en quiebra. Pese a los 15 mil millones de pesos de nuestros impuestos previstos para 2017, desde la organización del registro electoral al financiamiento de los partidos políticos y a los procesos electorales, la calidad de nuestra democracia va en una senda de degradación acelerada. Esto obliga a cuestionarnos lo básico y de sentido común: ¿para qué deberían servir las elecciones?, y contrastar la respuesta con lo que muestra la realidad. La democracia no sólo es cuestión de emitir votos, hacerlos válidos y contarlos. El ejercicio de la democracia comprende todo un proceso para que una comunidad tome decisiones colectivas, elija a la persona a quien se le va a confiar el poder público para organizar y conducir la administración a su cargo, y que esas decisiones puedan ejecutarse a fin de mejorar u