¿Política responsable en tiempos de crisis?

La semana pasada se presenció una de las tragedias más devastadoras que ha sufrido el estado de Guerrero en toda su historia. Lo que comenzó como una simple tormenta tropical, en un giro inesperado, se convirtió en el huracán más violento que haya azotado la costa del Pacífico. La rapidez con la que se desencadenó esta catástrofe resultó en una crisis tanto social como ambiental, ya que no hubo tiempo para tomar las medidas de precaución necesarias (si es que existe forma de prepararse ante un fenómeno natural de esa magnitud). Muchas vidas se perdieron, otras personas aún se encuentran desaparecidas, y las pérdidas materiales se estiman en miles de millones de pesos. En medio de este escenario desolador, es doloroso ver cómo ciertos personajes políticos, aprovechándose de su investidura y de su influencia y omitiendo el hecho de que su principal función debería ser representar a la ciudadanía, han desviado la atención hacia aspectos de utilidad cuestionable, buscando sacar un evidente lucro de la situación