Política y emociones

El pasado viernes, dentro de la Cámara de Diputados, la Comisión de Puntos Constitucionales aprobó en lo general el dictamen de la reforma que plantea la desaparición de órganos autónomos como el Cofece, IFT, INAI y el Coneval. Estos últimos han servido para poder hacer incidencia basada en evidencia y desarrollar políticas de atención hacia temas tan urgentes como la pobreza extrema, por ejemplo. La desaparición de estos organismos representa un peligro para una parte importantísima dentro de la definición de la democracia: la rendición de cuentas. En la defensa a estos organismos resalta una frase: lo que no se mide no se puede mejorar. Y del otro lado, resurgió ese mantra que repite la “oposición” a borbotones: disfruten lo votado. Sobre la frase “disfruten lo votado” se sostiene un ánimo antidemocrático. El voto no es un cheque en blanco que otorga poder absoluto e irrestricta fidelidad. Al contrario, es vital implementar y fortalecer mecanismos de rendición de cuentas y transparencia que aseguren que