¿Quién frena los derechos?

Con optimismo se puede decir que los derechos conquistados ya no los frena nadie. Hay razones para ser optimistas. Hay una justa olímpica en la que, por primera vez, el número de atletas hombres y mujeres es paritario. Uno de los países más poderosos del mundo va a tener una candidata a la presidencia; en unos meses tomará posesión la primera presidenta de México y se propusieron reglas en el parlamento europeo para que cada país integrante presente candidaturas paritarias. El optimismo se desvanece cuando, simultáneamente, se ve retrocesos en el continente y en el mundo tanto respecto de los derechos de las mujeres como de la población LGBTIQ+. En México, hay la tranquilidad de que no habrá retrocesos durante los siguientes años; sin embargo, otros vientos soplan en América Latina y en el planeta entero. Históricamente, el freno o retroceso de los derechos de las mujeres y la población LGBTIQ+ ha venido desde la religión o desde la política. Lo más grave es cuando religión y política se mezclan. En su moment