Rap para revivir lenguas indígenas

Las luces se encienden y el escenario se prende, entonces el micrófono se vuelve el centro de atención, de las bocinas emana una voz potente que sorprende al lanzar versos en mazateco del este bajo. Se trata de José Andrés, mejor conocido en el mundo del rap como Kipper Ntaxjo, quien desde la adolescencia hace rimas en su lengua materna. Pero Kipper, originario de Jalapa de Díaz, Oaxaca, no es el único. Él es apenas un ejemplo de que en México las realidades —incluso las más duras— se viven, se narran y a través de la música se vuelven denuncia o poesía. Oriundos de diversos puntos del país, de norte a sur, un grupo de jóvenes indígenas ha decidido hacer vida su lengua materna a través del rap. El mayor reto, coincide un grupo de estos cantantes —que son alrededor de 25 en todo el país, entre solistas y colectivos— es visibilizar a la población indígena, uno de los sectores más discriminados de México según el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred). De madre mixteca y padre náhuatl, Nicol