Reacciones tardías de una oposición adormilada

Se está ante una evidente falacia cuando se dice que el reparto de las curules de representación proporcional obedece a “las pretensiones de Morena y sus aliados”. No hay tal; la distribución de esas diputaciones -las conocidas como plurinominales- está a cargo del órgano electoral autónomo, no se hace a petición de parte y es resultado de la aplicación del artículo 54 de la Constitución. Su cálculo no obedece a valoraciones subjetivas; es consecuencia de simples operaciones aritméticas, inmunes a toda suerte de manipuleo, y cuyo punto de partida son las cifras finales de las votaciones luego de haberse desahogado todos los recursos de impugnación interpuestos por los candidatos inconformes con alguna supuesta o real anomalía ocurrida durante el proceso. Sectores de la “comentocracia” nacional -todos afines a las causas conservadoras- se resisten a aceptar las conclusiones de un procedimiento diáfano y claro. Argumentan, no contra su inatacable pulcritud, sino a favor de una abstrusa abstracción filosófica po