Ciudadanos, investigadores, estudiantes y defensores de derechos humanos iniciaron la recolección de firmas para echar abajo la llamada Ley de Ciberacoso, que el Gobierno de Puebla impulsó y que diputados morenistas aprobaron. A través de la plataforma Change.org, los ciudadanos pidieron a la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) estar atenta y se pronuncie con firmeza por los derechos y humanos y los límites del poder estatal. Lamentaron que el Congreso de Puebla haya aprobado la introducción del llamado “delito de ciberasedio” (artículo 480), figura jurídica a la que califican de ambigua y mal definida. Denunciaron que es vago dicho delito, ya que no define con claridad qué conductas sanciona; inconstitucional, ya que invade facultades federales en materia de telecomunicaciones. Además, de autoritario, pues convierte la expresión digital en delito si alguien se “siente afectado”; así como peligroso, debido a que puede usarse para castigar a activistas, comunicadores y tuiteros críticos. Por ello, ll
Recaban firmas para echar abajo ley de ciberacoso
Ciudadanos, investigadores, estudiantes y defensores de derechos humanos iniciaron la recolección de firmas para echar abajo la llamada Ley de Ciberacoso, que el Gobierno de Puebla impulsó y que diputados morenistas aprobaron. A través de la plataforma Change.org, los ciudadanos pidieron a la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) estar atenta y se pronuncie con firmeza por los derechos y humanos y los límites del poder estatal. Lamentaron que el Congreso de Puebla haya aprobado la introducción del llamado “delito de ciberasedio” (artículo 480), figura jurídica a la que califican de ambigua y mal definida. Denunciaron que es vago dicho delito, ya que no define con claridad qué conductas sanciona; inconstitucional, ya que invade facultades federales en materia de telecomunicaciones. Además, de autoritario, pues convierte la expresión digital en delito si alguien se “siente afectado”; así como peligroso, debido a que puede usarse para castigar a activistas, comunicadores y tuiteros críticos. Por ello, ll