Remesas y braceros en EE. UU., círculo vicioso de AL

El mayor conflicto migratorio en la historia de América que estalló en 2023 demostró que, más que vicioso, existe un círculo beneficioso para los países que son orígenes o son destinos de los millones de migrantes irregulares. La trama involucró una forma de alquilar mano de obra barata —migrantes sin visas— y llevarla a Estados Unidos para pagarla con multimillonarias remesas familiares hacia América Latina y el Caribe, de Cuba a Haití, y de Nicaragua y Guatemala a Honduras y El Salvador, o de Colombia a Venezuela y Ecuador. Con intermediarios —los financieros y los coyotes o traficantes de seres humanos— en bando ganador, las remesas se afianzaron en el siglo XXI como salvavidas para finanzas de los países generadores o expulsores de migrantes, pero no modificaron la estructura política y socioeconómica causante de la migración. Pese a las repetidas proclamas retóricas firmadas por los gobiernos americanos en los últimos años, como en la Cumbre de las Américas en junio de 2022 en Los Ángeles, California, o