Remodelación

Durante décadas, el Poder Judicial fue percibido como una élite cerrada, ajena a las necesidades del pueblo, y el acceso a la justicia dependía más del apellido o del despacho que de la ley misma. En ese sentido, la reforma judicial impulsada por la presidenta Claudia Sheinbaum y aprobada por el Congreso no solo buscó modificar estructuras, sino abrir las puertas de un edificio que durante años permaneció blindado para la mayoría. No obstante, el riesgo de caer en un sistema judicial que opera sin lógica visible y sin posibilidad de defensa de la justicia sigue latente. Si el nuevo modelo reproduce las mismas prácticas burocráticas, si la elección popular de juezas y jueces no se acompaña de mecanismos claros de evaluación, formación y ética judicial, entonces la ciudadanía seguirá siendo ese personaje que busca justicia y solamente encuentra trámites y desesperanza. En ese sentido, la implementación de la reforma judicial 2024-2025 coloca frente a una disyuntiva histórica: ¿estamos ante una auténtica transfo