Sabores de plantas y flores: de Matatlán para el mundo

Cuenta la historia que Alejandro Magno era aficionado de los postres, pero un día se aburrió de todos y convocó a los pasteleros de su pueblo a crear algo original. A uno de ellos se le ocurrió subir a Los Alpes a bajar nieve y mezclarla con fruta y miel. Al resultado le llamó Sherbet. El postre se convirtió en el favorito del emperador, por lo que personas de todo el reino imitaron la receta usando para ella frutos endémicos. Así nacieron los helados. La historia es relatada por Brenda Patricia Martínez, joven que ideó un concepto de heladería en la cocina de su casa. Su propuesta está basada en el uso de flores y plantas, por lo que actualmente busca consolidarse como una heladería botánica especializada en productos como raíces, tallos, hojas, flores y semillas, a la que llamó Sherbet. Desde que iba en la primaria Brenda vendía dulces y después cosméticos. Con el tiempo decidió iniciar un negocio de postres, llegando poco a poco a investigar las cualidades de las flores comestibles, ingredientes que para m