¿Siempre es necesario prescribir medicamentos?

La clínica engloba un amplio universo. Tan amplio como el mundo de la enfermedad. Tan grande y complicado como la vida de médicos y enfermos. Cuando los pacientes acuden al doctor, sus expectativas difieren. Hay quienes desean solucionar un problema nuevo, único. Otros requieren ayuda para corregir males crónicos, con frecuencia diversos, y unos más buscan cobijo y escucha para resolver bretes no médicos. Los males nuevos, mientras no sean tumores avanzados de reciente aparición o enfermedades neurodegenerativas para las cuales hay poco que ofrecer, salvo acompañar, suelen mejorar, controlarse y muchas veces curar. Neumonías, apendicitis, cánceres de mama diagnosticados oportunamente o fracturas óseas pertenecen al rubro “enfermedades nuevas”. Dentro de ese universo hay otras que, aunque recién diagnosticadas, i.e., cáncer de páncreas o esclerosis lateral amiotrófica, tienen mal pronóstico y poco puede hacerse por ellas. Quienes acuden para mejorar males crónicos, verbigracia, diabetes mellitus y sus complica