"Sin justicia no hay paz", claman en Louisville

La muerte de Breonna Taylor, la joven negra baleada por la policía mientras dormía en su casa de Louisville, Kentucky, quedará impune. Más de seis meses después de que tres agentes irrumpieran en su casa y la mataran durante una investigación en la que se equivocaron de sospechoso, este miércoles un gran jurado acusó sólo a uno de los policías de "conducta peligrosa" por haber disparado su arma a un apartamento contiguo, ni siquiera por haber descargado su arma mortalmente contra Taylor. La decisión encendió otra vez la chispa de las protestas contra la brutalidad policial y el racismo sistémico. Dos oficiales resultaron heridos de bala durante las protestas la noche de este miércoles en la ciudad. "¡Sin justicia no hay paz!", fue el clamor general. El caso de Taylor, icónico del resurgir del movimiento Black Lives Matter junto al de George Floyd, se une a la larga lista de tiroteos fruto de la violencia excesiva de la policía que acaba indemne en la justicia de Estados Unidos, sin repercusiones para aquello