Sufragio efectivo, ninguna reelección

En el acto de inicio de campaña por la Presidencia de la República, Claudia Sheinbaum, a modo de consulta a quienes asistieron, dijo: “enviaremos, a ver qué opinan, ustedes me van a decir, enviaremos una iniciativa de reforma constitucional para recuperar la consigna que dio origen a la Revolución Mexicana y quedó plasmada en la Constitución del 17: sufragio efectivo, no reelección. No debe haber reelección a ningún cargo de elección popular a partir de [la] siguiente elección presidencial, del 2030. ¿Les parece?…”. La gente gritó un largo “síííí…” y el compromiso quedó sellado: a partir del sexenio siguiente al que viene, sufragio efectivo, ninguna reelección. Ni del presidente, ni de legisladores, ni de alcaldes. De nadie. Se trata de una buena propuesta, que pudo ser inmejorable si la hubiera planteado para implantarse a partir de las elecciones intermedias de 2026. Y es que la reelección nunca ha funcionado en México, mucho menos a partir de que se permitió para los legisladores, presidentes municipales,