Tejiendo palma sin descanso, así se vive en Zahuatlán

Inmersas en la costura de balones de hule y sombreros, las familias de San Simón Zahuatlán, el municipio más pobre de México, ven pasar el año sin que las fechas festivas representen algo más que un día normal de trabajo. En esta comunidad enclavada en la región Mixteca vive Gerardo Martínez, un joven de 23 años que está por concluir su bachillerato comunitario. Por falta de recursos no irá a la universidad; su plan es ir a Monterrey en busca de empleo. “Me gustaría trabajar en alguno de esos programas de gobierno que ayudan a las personas, para ayudar a mi pueblo”, dice Gerardo con voz melancólica. El poco dinero también es causa de que varias familias vivan en un mismo espacio, pues aunque hay tierras, no hay con qué pagar la construcción de viviendas. Florencia Zacarías, madre de dos niños, vive con la familia de su cuñado y los abuelos de su esposo en un espacio de dos cuartos de dos metros cuadrados, facilitado por el Gobierno Federal. “En estas fechas, ellos se enferman porque el frío entra por todos lo