¿Todos somos culpables?

Los primeros 100 días del nuevo gobierno se han caracterizado por un discurso y por acciones que lastiman nuestros derechos y lastiman a nuestra democracia. De hecho, se han provocado discusiones que creíamos ya superadas en un Estado constitucional democrático: el valor de la independencia judicial y de los órganos constitucionales autónomos, el carácter civil de las instituciones de seguridad pública, y el reconocimiento de las organizaciones sociales como actores, no sólo válidos, sino necesarios para los procesos de deliberación democrática, por mencionar algunos de los temas más relevantes. Específicamente en el ámbito de la seguridad y la justicia, hay aspectos sumamente preocupantes. Por un lado, se mantiene la militarización en las labores de seguridad pública, continuando con el abuso que se hace de nuestras Fuerzas Armadas y relega, si no es que olvida, la construcción de una vía civil para recuperar nuestra seguridad. La oposición logró eliminar algunos de los aspectos militaristas más preocupantes