Tombuctú trabaja para hallar el camino a la paz

Junto con otras ciudades del norte de Mali, Tombuctú estuvo por nueve meses bajo control de grupos yihadistas. A pesar de que fue liberada hace ya cuatro años gracias a la intervención militar conjunta de malienses, franceses y chadianos, a Tombuctú le está costando encontrar el camino de la paz. Mientras tanto, la Misión Multidimensional Integrada de las Naciones Unidas para la Estabilización en Mali (Minusma), presente en el país desde hace más de dos años, intenta por todos los medios curar las profundas heridas que dejaron los extremistas. Tombuctú (en tamashek, la lengua de los tuaregs, “el pozo de Buktu”) llegó al máximo de su esplendor entre el 1300 y el 1500, cuando fue un importante polo cultural y comercial del mundo árabe. Con los siglos fue adquiriendo cada vez más importancia debido a su estratégica ubicación: situada a pocos kilómetros del río Níger, es el último gran puerto antes del Océano Sahara. No es casualidad que una región tan remota, a las puertas del desierto, sea uno de los principale