Tropezón turístico

Los resultados dados a conocer por Inegi sobre el comportamiento del Indicador Trimestral de la Actividad Turística (ITAT) durante el primer trimestre del año son, francamente, malos y no sólo están alineados al patrón de desaceleración observado en la industria turística del país desde finales de 2017, sino que confirman el sentir de los actores privados del sector, sobre los enormes retos a los que hoy se están enfrentando. La caída de 0.8% del PIB turístico en comparación interanual es, por sí misma, preocupante y constituye el primer retroceso en este indicador desde 2011, no obstante, es posible que sus efectos no acaben de tener una lectura que reconozca la gravedad de la situación. Atrás de este dato hay al menos tres puntos que deben mover a la valoración más profunda de la dimensión del impacto: en primer término, el hecho de que la variación no obedece a que en 2018 la Semana Santa hubiera caído en el primer trimestre del año, pues en este caso la información del Inegi está desestacionalizada, lo qu