Un juicio de amparo sin dientes

El juicio de amparo ha sido, desde su creación, el gran invento jurídico mexicano. Una herramienta que permite a cualquier persona enfrentarse al poder del Estado y exigir que se respeten sus derechos. Un escudo ciudadano que, durante más de un siglo, ha sido motivo de orgullo dentro y fuera del país. Por eso hay preocupación que ante la reciente iniciativa de reformas a la Ley de Amparo introduzca un elemento que puede vaciar de contenido ese escudo: permitir que las autoridades aleguen “imposibilidad material o jurídica” para incumplir las sentencias. A primera vista, la propuesta parece razonable. ¿Por qué sancionar a un funcionario si realmente no puede cumplir la sentencia, ya sea por situaciones jurídicas o porque las condiciones materiales lo impiden? El problema surge en que la iniciativa no establece qué debe entenderse por imposibilidad material ni por imposibilidad jurídica, dejando esa decisión a criterio de los jueces. Esa indefinición abre un amplio margen de discrecionalidad. En un país donde