Un pacto por la migración

Partiendo del reconocimiento del fenómeno migratorio y sus contribuciones, la comunidad internacional ha emprendido esfuerzos para hacerle frente. La gente no migra por gusto, lo hace por la falta de oportunidades, en la búsqueda de mejores condiciones de vida. Así, tenemos a 258 millones de personas viviendo fuera del lugar en donde nacieron; a 50 millones de ellas se les señala por carecer de un documento que acredite su estancia o residencia legal. Son víctimas de discursos xenófobos, discriminación y violaciones a derechos humanos, a pesar de la serie de contribuciones que hacen a la sociedad en donde se insertan, no sólo generando riqueza, sino invirtiéndola. En 2015, los trabajadores migrantes en entornos productivos contribuyeron con 6.7 billones de dólares (9.4%) al PIB global, según datos del McKinsey Global Institute. Pero no sólo generan riqueza, también la invierten, ya que gastan 85% de sus ganancias en las comunidades de acogida y remiten el 15% restante a sus países de origen. “Sólo en 2017, lo