Una de dos

Presentada al término del último periodo de sesiones en el Congreso, el presidente Andrés Manuel López Obrador volvió a mandar una propuesta de reforma electoral cuyo corazón busca atender dos exigencias ciudadanas que no han podido ser resueltas en más de tres décadas. Por un lado, pretende mejorar la calidad de la representación política tanto en los Congresos federal y estatales como en los municipios. Por el otro, busca reducir el alto costo de la democracia electoral. Para nadie es un secreto que la millonaria bolsa de recursos públicos que se destinan a los partidos políticos no se ha traducido en mejores cuadros políticos, en mayor calidad del trabajo legislativo, en un aumento de voces o inclusión de causas ni tampoco en mejores prácticas de transparencia y rendición de cuentas. El modelo de financiamiento mixto que tiene México partió de la premisa de generar mejores condiciones de equidad para todos los partidos políticos y sin duda es necesario revisarlo. Sin embargo, la propuesta busca eliminar