Urge una cultura de prevención

México vive hoy una tragedia, una de las más grandes y dolorosas, provocada por un fenómeno natural. Acapulco y los acapulqueños la están pasando muy mal y necesitan de todos. La historia se repite. Por enésima ocasión, el Gobierno Federal enfrenta el reto de atender desastres naturales que, por su magnitud, rebasan por completo las capacidades de respuesta de cualquier autoridad local. La magnitud de los daños en Acapulco hará necesario destinar una gran cantidad de recursos de inmediato. Lo que se está viendo en la actualidad no son ya fenómenos inusuales. Según la comunidad científica, el cambio climático está y seguirá generando un incremento en la intensidad y frecuencia de fenómenos meteorológicos extremos, y, esto, definitivamente, no es una buena noticia para México. Los ejemplos están a la vista. Este año ha sido el más caluroso de la historia. Las altas temperaturas influyeron para aumentar la rapidez con que se desarrolló Otis. Los gobiernos no informaron a tiempo a fin de salvaguardar la segurid