Utopismo vs realismo

No es algo anecdótico que hayan aparecido dos Planes Nacionales de Desarrollo; uno de la Presidencia y otro de Hacienda, que es el que cumple con los requisitos de ley. Refleja la descoordinación en el gobierno, así como una fuerte tensión entre utopía y realidad. Al parecer, el Plan elaborado por Hacienda no fue del gusto de López Obrador quizá por contener todo aquello que detesta: tecnicismos, cifras, prospectiva; en otras palabras, lenguaje tecnocrático que para AMLO es sinónimo de neoliberal (y de conservador). Y es que no ve a la economía como una ciencia, sino como un oficio (lo que evoca aquello de que “la economía se manejará no en Hacienda, sino desde Los Pinos”, de Echeverría). La economía para él se dilucida con sentido común, no con estudios, conocimientos especializados, teorías generales, historia económica, información dura y experimentación empírica. Algo que recuerda cuando en la Facultad de Economía de la UNAM, en los años setentas, se determinó que las matemáticas eran “burguesas”, por lo