“Vamos bien y vamos a ir mejor”

El primer año de gobierno suele ser el más complicado. Quien llega al poder se encuentra con la necesidad de tomar las riendas de la administración pública, armar un equipo eficaz, impulsar los principales objetivos de gobierno y sacudirse las herencias negativas del pasado. Claudia Sheinbaum entendió el desafío, asumió la responsabilidad y le ha ido imprimiendo su sello personal a su gobierno. Sin distanciarse de su antecesor ha sido lo suficientemente inteligente para fortalecer lo bien hecho en el sexenio anterior, como los programas sociales, y cambiar la estrategia, sin pelearse con nadie, en materia de seguridad. El talante científico de la presidenta ha quedado demostrado al politizar menos y administrar más, y no es que sea ajena a la vida política del país, sino que su capacidad administrativa ha permitido apagar los fuegos de la eterna querella política. La presidenta es ajena a la verborrea, el actuar con cabeza fría la ha convertido en un ejemplo, a nivel mundial, de liderazgo político, cuando mu