Vecinos distantes

Cuesta imaginar en la historia moderna de México y Estados Unidos a dos presidentes más distintos que Andrés Manuel López Obrador y Joseph R. Biden. Su visión del presente y futuro no podría ser más opuesta. Basta examinar sus prioridades. Una de las pocas cosas que comparten es su perseverancia política: hicieron campaña por la presidencia y fueron elegidos en su tercer intento. Difieren en fondo y forma. En 30 años de trayectoria política, López Obrador ha sido una figura polarizante, de discurso divisivo. En 50 años de servicio público, Biden ha sido un político empático, conciliador. No obstante las fortalezas y desafíos de los dos países, hay temas en que los presidentes difieren, total o parcialmente, que definirán la relación bilateral en los próximos cuatro años. Migración, narcotráfico, comercio, sector privado, responsabilidad internacional y el papel de las instituciones independientes, especialmente organismos autónomos, organizaciones sociales y medios de comunicación. Las discrepancias son más