Virus pone a pueblos en riesgo de extinción

A bordo de una canoa artesanal, unos indígenas costarricenses se lanzaron a un río del sureste de Costa Rica a cumplir una misión humanitaria de su etnia bribri: donar un saco con limones, 970 racimos de bananos y 150 kilos de yuca para solidarizarse con sus compatriotas que sufren una escasez de alimentos por las secuelas productivas del coronavirus. Los hombres entregaron la carga en una orilla del río a la Fundación Lloverá, de este país, a nombre de una comunidad que vive en áreas remotas y enfrenta penurias cotidianas por la falta de centros de salud y servicios básicos. Los bribris enviaron la ayuda pese a sus carencias diarias y a que, como el resto de los pueblos nativos de América Latina y El Caribe, están entre las poblaciones más vulnerables al ataque del Covid-19. Registros oficiales precisaron que al menos 8% de los 660 millones de habitantes latinoamericanos y caribeños son indígenas y que una mayoría todavía apenas sobrevive tras siglos de marginación, desamparo, exclusión y olvido. Para el ind