“Ya no queda nada, no hay dónde ir a comer”

Uno de los 460 comedores comunitarios que se cerraron en el país por indicaciones del presidente López Obrador, estaba instalado en la comunidad indígena de Santa Fe de la Laguna, municipio de Quiroga. El 8 de diciembre del año 2016, la entonces Secretaría de Desarrollo Social, junto con los representantes de ese lugar y personal militar, pusieron en marcha el comedor comunitario 16-0459 en esa localidad, ubicada a 61 kilómetros de la capital de Michoacán. La escuela secundaria de la comunidad vio llegar a los primeros 120 beneficiarios, pero fue insuficiente el espacio. El número de personas de extrema pobreza que iban por sus alimentos rebasó los 300. Por la demanda, a los pocos días de haber sido puesto en marcha, tuvieron que cambiar de sede, relató Verónica Figueroa Bautista, quien estaba encargada de ese comedor. Para José Honorio Medina Gaspar, de 85 años de edad y habitante de Santa Fe de la Laguna, ese comedor comunitario fue, durante dos años, la única manera de sobrevivir para él y dos de sus hijos