A dos años de su accidente, Alfredo sigue sin recibir apoyo

El 21 de enero de 2016, el joven Alfredo Jiménez Hernández, 24 años de edad, estaba pintando la catedral de San Cristóbal con motivo de la visita del Papa Francisco, pero tuvo la mala suerte de que el andamio se rompiera y cayera desde una altura de 15 metros, aproximadamente. A dos años del accidente que por poco le cuesta la vida, Alfredo padece secuelas y no tiene dinero porque no puede trabajar, por lo que solicitó a la población que lo apoyen económicamente. “No me siento tan bien, me duele la cabeza y mis ojos; no puedo salir tanto al sol ni al frío. Quiero que me ayuden un poco porque no me han dado nada del apoyo que según me iban a dar”, dijo en entrevista. Recordó que el 21 de enero de hace dos años, estaba pintando la catedral con su compañero Chano López Pérez, cuando de repente se rompió el alambre del andamio y ambos cayeron, ocasionándose golpes. “Yo caí directa al suelo y Chano fue rebotando en las tablas antes de caer”, recordó y agregó que estuvo un mes hospitalizado y dos semanas en coma. “