Abre puertas y se la cierran a él

Él abre puertas a otros, pero los demás se la cierran a él. Literal y simbólicamente. En víspera del Día de la Raza, el centroamericano se pregunta por qué tiene que haber diferencias; divisiones por cuestiones políticas, sociales, económicas, culturales y religiosas. Parado a la entrada de una tienda de conveniencia, en la Calle Central y 1ª Norte de Tuxtla Gutiérrez, el joven mira hacia adentro del local. Parece buscar a alguien o algo. No es así. Voltea la vista hacia el Parque Central de la capital chiapaneca. Aún quedan restos de lo que fue la fiesta cívica por el mes patrio en que los mexicanos celebran su independencia. Y él es independiente, pero no libre. No tiene un patrón al que soportar insultos. Tampoco está obligado a checar entrada en un reloj digital. Pero es porque no tiene trabajo. Y no es libre, porque lo atan las cadenas de las circunstancias. Y piensa en la canción de Ricardo Arjona Y soy libre y no me sirve, para que quiere la libertad en la luna un tigre. Es Marvin Pech Rivas, del depar