“Cafre” tira la piedra y esconde la mano

“No tuve la culpa ellas se aventaron”, dice por teléfono el colectivero a su patrón. Y reitera su defensa ante el perito de Tránsito Municipal. Dos pasajeros sirven de testigos a favor. Pero el fallo oficial es certero: “Tuviste la culpa. Te vas consignado”. Iván Vladimir Martínez Monroy se ve nervioso. Lo está. Y como no si el perito ya le dictó “sentencia condenatoria”. Y el colectivero trata de zafarse de la atadura oficial. Recurre a sus argumentos. “Pero si yo vengo bien. No es que me haya pasado un semáforo. Aquí no se debe pasar. Allá está el paso peatonal”, dice señalando hacia el oriente. Pero no hay tal paso peatonal. Nadie dice nada. El colectivero mueve la cabeza desesperado. “Para qué pasan por aquí pues”. Voltea. dentro de su colectivo tipo Urvan, con número económico 7512, placas 384278-B, están dos pasajeros. Son su “as bajo la manga”. Y decide quemar su último cartucho. Pregúntele a ellos. El oficial se acerca y los pasajeros aseguran que el colectivero es inocente. “Por eso nos quedamos, par