Carnicero timado con billete falso

Disimula su tristeza con una tímida sonrisa mientras corta la carne y cuando contesta al marchante: “Si no es falso, sí”. Es que el cliente le acaba de preguntar por el precio de un kilo de suadero. “¿Tiene usted cambio de uno de 500?”, le dijo. Y la respuesta hizo reabrir la herida del carnicero. Lo habían timado con un billete apócrifo. La carnicería se ubica sobre la avenida Cóndor de la colonia Los Pájaros. La calle es intransitable, llene de baches y topes. El polvo es inmedible. El ambiente hace más pesaroso el estado anímico del carnicero. El cliente entra al local. Mira hacia donde cuelga una tira de suadero. Pregunta por el precio. Entonces saca su único billete. Es de 500 pesos. Apenado pregunta al carnicero “disculpe, no se enoja si le pago con uno de 500 pesos”. El carnicero mira por un momento al marchante. Es conocido. Compra allí cada semana. Y sigue cortando la carne. Sonríe tímidamente con un dejo de tristeza y sin dejar de cortar responde: “Si no es falso, no”. Ahora el desconcertado es el c