Ebrio cae a canal pluvial

El hombre es muy católico. Caminaba sobre la privada Juan Diego, en el barrio Guadalupe. Así que para no desentonar dijo que rezaría un padre nuestro. Y así lo hizo. Es que se disponía a cruzar caminando en un espacio reducido. El riesgo de que cayera era alto. Iba ebrio. Pero creyó que su rezo lo salvaría. Aníbal Salazar Álvarez, de 62 años, regresaba a casa, caminando. Era la noche del domingo. Lo acompañaba su esposa. “Vamos a dar vuelta, por favor”, le dijo ella. Él la despreció. Luego quiso tomarle de la mano para ayudarlo a caminar. De nuevo la rechazó. Aníbal iba muy ebrio, trastabillando. Ya estaba oscuro. Y la pareja llegó al canal pluvial donde muchos pasan, no obligadamente, porque hay otro paso para llegara casa. Pero implica dar vuelta. Y muchos son los que prefieren “rodar a rodear”. Aníbal parece ser uno de ellos. No quiso dar vuelta. Un vecino le pidió a José Luis que ayudara a pasar al adorador de “Baco”. Cuando José Luis se acercó, Aníbal dijo: “no, yo puedo solo. Pero por si las moscas, voy