El virus es letal y mata; necesitamos apoyo

Una labor maratónica, el riesgo a la propia salud y la presión psicológica por temor a llevar el virus a casa, fue la rutina de Alejandra Peña Caballero, de 29 años, que estuvo en la primera línea de combate para cuidar a pacientes contagiados de Covid-19. Por amor a su profesión, la heroína sin capa sigue enfrentando a este enemigo silencioso y luchando desde su casa para cuidar a cinco integrantes de su familia -casos positivos Covid- y también ella, siendo portadora. Alejandra afirma que se dedica al cuidado de paciente geriátricos y hasta hace poco, su labor la llevó a cuidar a pacientes Covid, “el cual fue un tema que tomé con mucha seriedad y delicadeza”. “El 9 de marzo, mi suegro empezó a sentir síntomas, lamentablemente estaba solo en su casa. Fui a visitarlo, ya que mi suegra estaba fuera de la ciudad. “Cabe mencionar que tenía ya varios días sin verlo precisamente para evitar contagiarlo, desafortunadamente adquirió el virus por otro lado”, explica la enfermera. Al llegar al domicilio, Peña Cabal