Flor pide ayuda para su hija con discapacidad

A sus 83 años la señora Flor de María Solís Martínez, lleva en sus hombros la gran responsabilidad de cuidar de una hija discapacitada, con grandes dificultades para sortear el día a día por la falta de un ingreso estable. Su principal preocupación es no llegar a fin de mes y juntar para pagar la renta de casa, que asciende por ahora a mil 200 pesos, pero sus días son más tristes cuando no tiene ni para comer. Proveniente de una colonia llamada Rosendo Salazar, migró hace siete años a Tuxtla Gutiérrez para tratar a su hija y ver que podía hacer por su vista, que cada día disminuye más. Sin embargo, fue ahí cuando los infortunios comenzaron a ser parte de su vida. Primero con la muerte de su esposo y luego hacerse cargo de una de sus hijas que desde hace tres años perdió toda movilidad en las piernas. Dice que la eliminación del programa Amanecer le ha perjudicado bastante, dado que ya no cuenta con ese ingreso que le ayudaba por lo menos a medio comer y hacerse de algunos insumos básicos. Ahora sólo se m