Huérfanos ruegan no ser separados

Después de que el pasado miércoles, Eberto Ruiz Cristiani atacara a golpes a su esposa Rosy Velazquez Suárez, de 45 años de edad, hasta matarla en su domicilio, en la cabecera municipal de Chicomuselo, el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) acogió a cuatro niños que quedaron en el desamparo. Los hechos ocurrieron cuando Eberto ingresó al domicilio —el martes— donde golpeó a su esposa, exigiendo que le diera dinero para seguir ingiriendo bebidas embriagantes. Como consecuencia, Rosy quedó mal herida, aparentemente con una fractura en la columna vertebral. La agresión se registró frente a los niños, que nada pudieron hacer para evitar que su padre golpeara a su madre. El miércoles, por la mañana llegó de nuevo a la vivienda, para atacar a golpes a su esposa, que ya no podía moverse, después de la primera golpiza. El hombre amenazó con degollar a su esposa y prosiguió con los golpes, hasta que finalmente Rosy perdió la vida. Los niños pidieron ayuda a los vecinos y estos telefonearon a los servicios de em