Joven busca la muerte

La colonia se llama El Salvador. Y literalmente un joven necesita alguien que lo salve de la muerte, aunque en realidad la buscó ingiriendo una sustancia tóxica. La malla del panteón ubicado frente a su domicilio cayó por la lluvia como una invitación macabra: el muchacho aceptó. La lluvia que cayó la noche del miércoles y la mañana de este jueves reblandeció la tierra, por lo que parte de la malla perimetral cayó en el lado sur del Panteón Jardín San Marcos. Parece una invitación a entrar libremente. Para muchos pasó desapercibido, pero no para un joven que, como el Pípila, cargaba una pesada losa, pero emocional. Con tan solo 19 años de edad, el estudiante de la Universidad Pablo Guardado Chávez sintió que no había otra salida más que la muerte. Y la buscó. Encerrado en la casa ubicada sobre la avenida Concretera, cerca de la calle Santa Margarita, el joven se encerró en su problema. No veía una luz al final del túnel. Con manos temblorosas por la desesperación tomó el bote de Gramoxone. Lo abrió y bebió