Hace más de 40 días el Circo de Carlo arribo a Chiapas, específicamente al municipio de Suchiapa, donde presentaría su "espíritu mágico deambulante y de asombro", su danza acrobática en trapecios y cuerdas, y la proeza en escena de un legendario payaso. Tenían la esperanza de recorrer algunos municipios del estado. Sin embargo, el show no pudo continuar y el telón tuvo que cerrar; el coronavirus paró la función y los dejó sin ingresos. Por el momento no tienen a donde ir, "ya que la situación esta igual o peor de complicada en cualquier parte". Es importante mencionar que este circo fue fundado en los años 70, por don Arturo Ortiz en Guadalajara, Jalisco, llevando consigo a toda una comunidad de artistas que anunciaban el delirio de una audiencia deslumbrada en cada escena y lugar a donde se presentaran. Hoy día, Erick Ortiz, representante del anfiteatro, lleva la encomienda de su padre don Arturo: seguir mantenido vivo el espectáculo circense, trasladar la carpa a todo el mundo y que los sueños y emociones
Más de 40 días varados y en la cuerda floja
Hace más de 40 días el Circo de Carlo arribo a Chiapas, específicamente al municipio de Suchiapa, donde presentaría su "espíritu mágico deambulante y de asombro", su danza acrobática en trapecios y cuerdas, y la proeza en escena de un legendario payaso. Tenían la esperanza de recorrer algunos municipios del estado. Sin embargo, el show no pudo continuar y el telón tuvo que cerrar; el coronavirus paró la función y los dejó sin ingresos. Por el momento no tienen a donde ir, "ya que la situación esta igual o peor de complicada en cualquier parte". Es importante mencionar que este circo fue fundado en los años 70, por don Arturo Ortiz en Guadalajara, Jalisco, llevando consigo a toda una comunidad de artistas que anunciaban el delirio de una audiencia deslumbrada en cada escena y lugar a donde se presentaran. Hoy día, Erick Ortiz, representante del anfiteatro, lleva la encomienda de su padre don Arturo: seguir mantenido vivo el espectáculo circense, trasladar la carpa a todo el mundo y que los sueños y emociones