Motociclistas muertos por su “decálogo de rebeldía”

El cuerpo del joven quedó atorado sobre la moto, prensado con el manubrio. El velocípedo circulaba a exceso de velocidad. Al salirse del camino se impactó contra la columna que sostiene al puente denominado “Trébol”. El motociclista iba desprotegido: el casco iba sobre el espejo. El joven murió de un traumatismo craneoencefálico severo. El espejo no ha servido de lección. Cientos conducen aún sin protección. El joven mira hacia todos lados, observa que no hay agentes de Tránsito Municipal, se quita el casco de protección y lo coloca en su brazo izquierdo. Así, desprotegido, avanza sobre el libramiento Sur de Tuxtla Gutiérrez. Solo al observar una patrulla se lo vuelve a colocar en la cabeza. “Es que ya duele la multa. Son ocho salarios mínimos”, dice el motociclista. Deduce que el casco se debe de usar solo para evitar la multa y cuando haya oficiales de vialidad. Craso error. “La mayoría de los motociclistas, sea piloto o copiloto, que han fallecido o sufrido lesiones severas en el cráneo, es por no llevar e