Muere nieta y abuela; la pared las aplastó

Al intentar llegar al patio de su modesta vivienda, ubicada en la colonia Cuauh-témoc, cuando se registraba el terremoto, abuela y nieta fueron sepultadas por la pared de una cocina que se desplomó. Ambas murieron. Raúl Molina González, de 73 años aún no da crédito a lo que le ocurrió a su esposa Rosa Jiménez Vicente, de 60 años de edad, y a su pequeña nieta Hellen Hidalgo Molina, de 4 años. No pudo hacer nada para salvarlas. El septuagenario tomó del brazo a su hijo Neptali, de 55 años, quien es ciego y discapacitado, no habla ni escucha. Recordó que salieron de la habitación donde todos dormían y abrió la puerta que comunica a la cocina y a un pequeño patio trasero, fue cuando sucedió la desgracia. Atrás de los varones iban doña Rosa y la pequeña Hellen que cursaba el primer grado de preescolar, en el Jardín de niños del mismo nombre de la colonia. “Dejé a mi hijo en el patio y me di la vuelta para ayudar a mi mujer a caminar más rápido entre la oscuridad, pero fue cuando la pared de la cocina se