Victoria, una policía valiente

Ella es valiente, sabia, amorosa. Es una mujer virtuosa. Valiente porque es policía. Sabia porque sabe ordenar correctamente su escala de prioridades. Amorosa, porque como madre soltera protege a sus tres hijas. Se llama Victoria y hace honor a su nombre. Con valor y sabiduría ha sabido construir su hogar. Ha puesto firmes cimientos con valores que trascienden a la temporalidad. Sabe qué debe ser primero en la escala de prioridades. Por ello, al comenzar su jornada laboral, se encomienda al todopoderoso. Enfundada en el uniforme de policía color azul, símbolo de lealtad, Victoria llega a la base de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana. Se para frente a su patrulla. Su mano derecha abre la portezuela de la patrulla. Su mano se aferra al volante, pero al mismo tiempo se aferra de Dios. Se ajusta el cinturón de seguridad y enciende el motor. Cierra sus ojos y abre su corazón: “en el nombre del Señor Jesús inicio el día, que tus santos ángeles cuiden de mí, de mis hijas, de mi trabajo;  en este