Aunque refrendó su militancia en Morena, el senador Ricardo Monreal Ávila advirtió que el límite de su permanencia en Morena es la dignidad. “Si se me sigue excluyendo, nada tengo que hacer” en el partido, puntualizó. “Yo espero que la dirigencia del partido corrija y en el futuro no me excluya de la participación y de mi consideración de que, a pesar de que no sea señalado en el ‘club de los elegidos’ desde las matutinas mañaneras, conferencias, aún así he decidido participar”, mencionó el legislador. Entrevistado durante su visita de trabajo a Guanajuato, el presidente de la Junta de Coordinación Política (Jucopo) del Senado reafirmó que aspira legítimamente a ser candidato de Morena a la Presidencia de la República, pero aclaró que él nunca aceptará que se le considere “corcholata”, porque ese es un término peyorativo. “No soy ‘corcholata’. Soy un aspirante natural, un modesto aspirante, nunca ‘corcholata’. Es peyorativo y es un lenguaje que nadie debiera aceptar. Pero allá ellos. Digo, yo no soy ‘corchol
Ricardo Monreal podría irse de Morena, dice
Aunque refrendó su militancia en Morena, el senador Ricardo Monreal Ávila advirtió que el límite de su permanencia en Morena es la dignidad. “Si se me sigue excluyendo, nada tengo que hacer” en el partido, puntualizó. “Yo espero que la dirigencia del partido corrija y en el futuro no me excluya de la participación y de mi consideración de que, a pesar de que no sea señalado en el ‘club de los elegidos’ desde las matutinas mañaneras, conferencias, aún así he decidido participar”, mencionó el legislador. Entrevistado durante su visita de trabajo a Guanajuato, el presidente de la Junta de Coordinación Política (Jucopo) del Senado reafirmó que aspira legítimamente a ser candidato de Morena a la Presidencia de la República, pero aclaró que él nunca aceptará que se le considere “corcholata”, porque ese es un término peyorativo. “No soy ‘corcholata’. Soy un aspirante natural, un modesto aspirante, nunca ‘corcholata’. Es peyorativo y es un lenguaje que nadie debiera aceptar. Pero allá ellos. Digo, yo no soy ‘corchol