Reformas, su mejor legado

Asistieron más de mil invitados en Palacio Nacional, edificio perteneciente a un conjunto arquitectónico del Centro Histórico de la Ciudad de México y parte del Patrimonio Arquitectónico de la humanidad desde 1987.

Representantes de iglesias, empresarios, sindicatos, vaya, hasta famosos actores y actrices de cine y televisión estuvieron presentes.

Los principales convidados al sexto y último informe presidencial: los de casa. El gabinete legal y ampliado, gobernadores en funciones y electos, de todos los partidos. Ellos sí, civilizados, institucionales y republicanos. Por la sangre que corre en sus venas hay algo de tintes democráticos, aunque pertenezcan a otros partidos políticos.

Así funciona el mundo entero, aunque todavía haya por ahí algunos quienes piensan que ser adversario político es pintar una raya infranqueable entre un adversario político y otro, cruzarse de acera cuando se encuentren en la calle o sentarse en el extremo opuesto de un pódium. Éstos se comportan en forma antidemocrática y rupestre.

Del próximo gobierno federal sólo el presidente del Senado, Porfirio Muñoz Ledo, acérrimo adversario del PRI desde 1988 cuando nació el Frente Democrático Nacional (FDN) que después se convirtió en el PRD, que después se pulverizó y cuya gran parte ahora mutó a Morena. También acudió Martí Batres, otro representante de la izquierda mexicana y quien hoy es presidente de la Cámara de Diputados, también con el sello de Morena. Todos los asistentes aplaudieron en múltiples ocasiones al presidente Peña, menos ellos dos.

Llegó el sexto y último informe de gobierno. El sexenio peñanietista transcurrió en un abrir y cerrar de ojos.

La atención política estuvo centrada justamente en el mensaje del presidente Enrique Peña Nieto, pronunciado a las 12 horas de este lunes tres de septiembre, frente al público asistente y el resto que lo escuchaba por radio o por televisión.

Hace varios sexenios la expectativa surgía a partir de los anuncios espectaculares que hacían los presidentes en sus últimos informes de gobierno, y siempre había grandes anuncios: la nacionalización de la banca mexicana y el control generalizado de cambios fue uno de los anuncios más trascendentales a nivel internacional, en el sexto y último informe de gobierno del presidente José López Portillo en 1982.

Y por ahí hubo otros mensajes interesantes con otros mandatarios nacionales, en otras épocas, en otros tiempos.

Sin embargo, desde hace varios sexenios esos aspectos ya no se ven, ya no son esperados.

El de hoy tampoco generó expectativas especiales. Fue esperado como un acto protocolario más. Desapareció hoy también la presión social de años anteriores. Había manifestaciones en áreas cercanas del informe de grupos inconformes por diversos temas.

Hubo protestas contra la Reforma Educativa de parte de la CNTE en otros años, un tema que ya se ha ido diluyendo por la promesa del próximo presidente de que va a derogarla.

El contexto del informe fue distinto a los anteriores.

El formato y el contenido del sexto y último informe fueron, en esencia, los mismos. Intercalaron videos cortos, editados con producción previa, que reforzaron el mensaje del Ejecutivo Federal.

Duró algo así como una hora y 45 minutos, algo extendido si consideramos que hoy la idea es hacer de esos protocolos más prácticos, digeribles, comprensibles y menos aburridos.

Algunos temas relevantes: que el gobierno mexicano ha defendido los intereses de México con firmeza y dignidad, sin caer en provocaciones, que al concluir el sexenio habrá cumplido 97% de sus 266 compromisos firmados ante notario público en 2012.

Presumió que éste es el sexenio del empleo, turismo, expansión de telefonía celular e internet, energías limpias y apertura del sector energético

Las decisiones en materia o educativa no fueron fáciles, y su implementación, menos, aceptó.

Aseguró que más de dos millones de personas salieron de la pobreza extrema y dijo que, de seguir esa tendencia, en una década ésta será erradicada.

Destacó que las reformas estructurales fueron su mejor logro e hizo autocrítica: no logramos recuperar la paz. Para alcanzar ese objetivo se requerirá de un esfuerzo sostenido por largo tiempo.

Destacó que las reformas estructurales son, sin duda, el logro más trascendental de su gobierno, que México tiene resultados tangibles y que al próximo gobierno le entregará un país con importantes fortalezas.

Peña cumplió ayer con el protocolo de cada seis años. 

De boca en boca

El frijol en el arroz, como se dice comúnmente, del acto del mensaje al sexto informe del presidente, Enrique Peña Nieto, fue la aparición del diputado federal Gerardo Fernández Noroña quien, como ya es su costumbre, hizo su “pancho”. Llevaba un alta voz portátil y a través de él ofendió a miembros del Estado Mayor Presidencial que estaban haciendo su trabajo, impidiéndole el paso. Después se fue contra sus compañeros morenistas Porfirio Muñoz Ledo, presidente del Senado, y a Martí Batres, presidente de la Cámara Baja, a quienes lanzó improperios -traidores fue lo menos que les dijo- por el solo hecho de que acudieron con sus representaciones institucionales respectivas al acto político referido. No lo dejaron entrar porque es un escandaloso y siempre mal portado, mal hablado e irrespetuoso. Lo demás, transcurrió en calma********Hoy martes 4 de septiembre es cumpleaños de mi amigo Francisco Bedwell. Tuve la oportunidad el reciente fin de semana, como ha ocurrido en otras ocasiones, de charlar ampliamente con él, sobre diversos temas, y cada vez queda uno más convencido de su preparación y talento políticos. También de que es una persona que siempre trata a los demás con sencillez, educación y humildad. Mis mejores deseos porque te la pases bien hoy y siempre. ¡Muchas felicidades!

alexmoguels@hotmail.com