Milei y ultraderecha avanzan

Primarias en Argentina

Rebote en México

¿Opositores divididos?

A reserva de los datos oficiales, que a la hora de cerrar esta columna no se habían dado a conocer, las elecciones primarias de Argentina apuntaban hacia un notable avance de la derecha y la ultraderecha y un retroceso histórico del peronismo.

No son aún las elecciones constitucionales sino las llamadas PASO. Es decir, Primarias, Abiertas (todo ciudadano tiene derecho a elegir de las listas de candidatos, sean o no miembros de algún partido político), Simultáneas y Obligatorias (quien sin justificación se abstenga de votar paga una multa económica y se le incorpora al Registro de Infractores al Deber de Votar; no podrá ser designada o designado para desempeñar funciones o empleos públicos durante tres años y si no paga la multa no podrá realizar gestiones o trámites gubernamentales durante un año).

Estas primarias permiten definir las candidaturas de partidos y alianzas que, a su vez, irán a las elecciones generales el 22 de octubre de este año para renovar parte del poder legislativo, gubernaturas y la presidencia de la República que actualmente ejerce, entre turbulencias externas e internas, Alberto Fernández, con la vicepresidenta Cristina Kirchner inhabilitada para contender.

En particular, los primeros reportes destacaban el crecimiento electoral de Javier Milei, el economista de 52 años que ha irrumpido en la política argentina con un agresivo discurso de extrema derecha, frente al desgaste y contradicciones de la tendencia peronista que en esta ocasión tiene al ministro de Economía, Sergio Massa, como carta principal. No debe perderse de vista la buena cosecha electoral de la derecha en España en elecciones recientes y las dificultades de varios gobiernos latinoamericanos de izquierda.

El avance de Milei y la derecha en Argentina dan aliento a las formaciones similares de varios países, entre ellos México, pues con el impulso del partido español Vox y del trumpismo se ha tejido desde noviembre del año pasado una red latinoamericana de personajes de extrema derecha enfilados a participar en sus correspondientes procesos electorales.

La Conferencia Política de Acción Conservadora, celebrada en la Ciudad de México en la fecha líneas atrás mencionada, fue el banderazo de salida, con discurso videograbado de Donald Trump en la ceremonia de clausura, de la pretensión presidencial independiente del clerical Eduardo Verástegui.

Sin embargo, de concretarse tal candidatura independiente de partidos, Verástegui podría terminar haciendo un favor al morenismo, pues la ultraderecha está decidida a restar votos a la postulación de una “comunista” y “abortera”, como caracterizan a la senadora Xóchitl Gálvez, y al Partido Acción Nacional, al que acusan de ser “cobarde” y prestarse a una simulación opositora.

Si los adversarios de la llamada Cuarta Transformación no logran conjuntarse en un polo, para significar una alternativa única ante Morena y sus aliados, la dispersión de esos votos terminará favoreciendo al proyecto 4T, cuyo mejor escenario posible contaría con dos cartas de derecha, la institucional con Gálvez, la ultra con Verástegui, y otro factor divisorio con Samuel García o Luis Donaldo Colosio Riojas, si Movimiento Ciudadano decide ir por su lado.

Astillas: Marcelo Ebrard ha asumido una identificación cromática distinta del guinda oficial del morenismo, al promover una tarjeta asistencial violeta, como si estuviera preparando una alternativa de mercadotecnia electoral… Por lo pronto, ha dicho que, conforme a lo indicado en las encuestas de opinión realizadas hasta ahora, la decisión final en la interna 4T quedará en él o en Claudia Sheinbaum, ya cerrándose la competencia solo entre ellos… Y, mientras Jesús Ortega y Jesús Zambrano siguen aparentando un pálido distanciamiento provisional de lo que queda del Partido de la Revolución Democrática respecto al pripanismo que les botó de las precandidaturas presidenciales opositoras, ¡hasta mañana!