Morena y las descalificaciones

Contienen a Salomón Jara

Pugnas Monreal-Polevnsky

Acusan a Yeidckol de dividir

El morenismo hubo de aplicarse a fondo para evitar que creciera el escándalo por la pretensión de reformar leyes para que pudiese revocarse de manera obligatoria (y no discrecional, como lo contemplan las regulaciones vigentes) la autorización de funcionamiento a calificadoras de riesgos crediticios que no fueran “objetivas” y con sus dictámenes pudieran “afectar” a la economía nacional./

Hubo tres voces que con rapidez entraron con cubetas de agua ante el conato de incendio provocado por el senador oaxaqueño Salomón Jara Cruz: primero, la misma noche del miércoles, el coordinador de los senadores de Morena, Ricardo Monreal, quien adelantó que la mayoría de los integrantes de esa bancada no aprobarían modificaciones como las propuestas por Jara Cruz, a pesar de que este es el vocero de tal fracción legislativa predominante. La presidenta de Morena, Yeidckol Polevnsky, se declaró muy molesta por la iniciativa en mención y dijo que hablaría con los senadores para ver por qué tenían tales “ocurrencias”. Y el presidente López Obrador, en su conferencia mañanera de prensa (CoMaPre), reconoció que esas calificadoras mantendrán su derecho a seguir funcionando, pero con la expectativa oficial de que los hechos rebatan los juicios aventurados./

A pesar de todo, Salomón Jara aseguró ayer que la semana próxima presentará formalmente la polémica iniciativa, sabedor de que su coordinador, Monreal, ha movido las fichas para que ese proyecto contra las calificadoras no prospere. Negó haber sido regañado o reconvenido y aseguró que Polevnsky había sido informada el jueves por la mañana, por el mismo Jara, del contenido de la iniciativa, que ella “no conocía” y que, así, ya había cambiado Yeidckol su “idea” de las cosas” (parte de una entrevista radiofónica con Jara: https://goo.gl/HARjUW )./

El incidente en mención tiene como telón de fondo los ya inocultables conflictos entre facciones de Morena. En el Senado ha ido creciendo la fuerza política de Ricardo Monreal, un personaje que parecía condenado a una lenta agonía política como coordinador de los senadores de Morena, entregado este cargo como parte de una negociación (su hermano, David Monreal, coordina el programa nacional de entrega de ganado “a la palabra”) para impedir que el zacatecano dejara el partido en protesta por la manera como se asignó a Claudia Sheinbaum la candidatura a gobernar la Ciudad de México./

Destino de tragedia política se auguraba a Monreal porque el círculo más cercano a López Obrador estaba y está en abierta campaña para degradarlo. En la mesa directiva del Senado fue colocado Martí Batres, como un contrapeso interno. Y la presidenta del partido, Polevnsky, le cierra todas las puertas que puede. Aunque, hasta ahora, el zacatecano ha podido entregarle buenas cuentas a AMLO, como sucedió en el extraño y complicado proceso de aprobación de la Guardia Nacional por unanimidad, mientras el presidente blandía hachas de guerra en una conferencia mañanera aparentemente sin coordinación con lo que sucedía en el Senado./

Uno de los campos de esas batallas internas se ha dado (además de los meramente senatoriales) en la postulación de candidatos a puestos de elección popular. En Tamaulipas, Alejandro Rojas Díaz-Durán, delegado de Morena en la entidad, suplente del senador Monreal y personaje totalmente identificado con éste (como, antes, con Marcelo Ebrard) ha acusado a Polevnsky de dividir a Morena y actuar de manera facciosa./

Y no se hable de Puebla, donde el grueso de los senadores de Morena (salvo la pequeña fracción de lealtades casi incondicionales con López Obrador) impulsa a Alejandro Armenta para que sea candidato a gobernador en lugar de Miguel Barbosa, apadrinado abierta y retadoramente por Polevnsky, quien se hace entender como casi robótica mano operadora de la única voluntad decisoria en ese partido, la del multicitado López Obrador. Varios asaltos habrán de verse en esta pelea de campeonato escenificada por la empresaria Polevnsky y el pluripartidista Monreal, entre incidentes como el de las calificadoras a las que se pretendía descalificar y los políticos en el poder, que se descalifican entre sí.-  

Por cierto y para el registro: la iniciativa que presentará Salomón Jara, aunque sabe que está condenada a la congeladora en las comisiones de estudio o al voto negativo mayoritario si llegara a una sesión plenaria, considera actuar contra las calificadoras “cuando estas instituciones presenten evaluaciones o calificaciones que no se apeguen a los principios de independencia, objetividad, rigurosidad, autenticidad, veracidad, integridad, y transparencia o se atente de manera deliberada contra la estabilidad financiera de los mercados o contra alguna empresa o sector determinado”. En los términos actuales, esa posibilidad de acción es discrecional (“podrá decretarse”, se establece), mientras que la propuesta de Jara es absolutamente impositiva, obligatoria (“se decretará”)./

El tema inició en Monterrey y terminó en el Senado. El congreso de Nuevo León aprobó la penalización de la suspensión del embarazo con el voto mayoritario de PRI, PAN y PT, más un par de contradictorios votos de diputados locales morenistas. Otros dos votos provenientes del partido obradorista prefirieron el refugio de la “abstención”, y cuatro más votaron, de manera congruente, contra esa reforma legal antiabortista. La decisión del congreso neoleonés enfrentará aún objeciones ante la Comisión Nacional de Derechos Humanos y ante organismos internacionales defensores de esos derechos, con grandes probabilidades de echar abajo la regresiva decisión de la mayoría congresal neoleonesa./

El tema llegó al Senado de la República con miembros del MC que colocaron pañuelos verdes en asientos de su bancada, lo que provocó el enojo de la sonorense Lilly Téllez, quien dijo no compartir el significado cromático en pro del aborto y, por el contrario, se manifestó en contra de este y anunció que presentará una iniciativa de reformas legales sobre ese tema. ¡Hasta el próximo lunes!